Las flores homicidas

Descripción

LA AUTORA

Nazco entre las ruinas, me convierto en tinta y me reproduzco en el mar,
cumplo los veintisiete
primero con ácido y estrellas y luego con sal.

Estudio lenguas, se las enseño a niños
que todavía no saben hablar y que conocen en su silencio los secretos del universo.

Viajo, me pierdo, luego me estanco,
me crecen raíces y las plantas de mi abuela mueren en su lugar.

Me olvido con la prosa, despierto en versos,
la despierto a ella cada vez que quiero recordar.

Fui Ácida y Lisérgica en el 2013, Anónima 2.2 durante el mismo año y en distinto lugar, me convertí en Salitre 15 en el 2015 junto a nueve almas más, y en el 2016 descubrí que Nadie Sangra sin Herida aunque la intente ocultar. Ahora me he tragado todas las Flores Homicidas que bañan mi mundo y creo que por fin, un día de éstos, serán libres para dejarme marchar.

LA OBRA

Las Flores Homicidas más que una historia es una imagen, un paréntesis, una cápsula del tiempo que encierra en su interior el proceso de un duelo.

Un duelo que se abraza a la supuesta oscuridad de la muerte para establecer un sano intercambio con la supuesta luminosidad de la vida.

Y sin embargo sobrevuela todo el poemario la sombra del suicidio, desde los primeros compases hasta los últimos poemas

Pero esta sombra cohabita con ciertos olores, olores que van cambiando su significado, esculpidos por el devenir infatigable del tiempo.

Stewart Mundini (Prólogo)